...QUÉ DÍA DE MIERDA, ¿NO?

PALABRAS:
...QUÉ DÍA DE MIERDA, ¿NO? - Cristián Lagiglia
MÚSICA:
JUST BREATHE (Pearl Jam) - Versión acústica - Hernán Pesce



...QUÉ DÍA DE MIERDA, ¿NO?


...Que día de mierda, ¿no?
, dije yo haciendo referencia a un combo agrandado por cero pesos que había adquirido, tempranito en la mañana, de insomnio, hambre y frío.

Pelado, día de mierda va a ser el día en que no haya día, por lo pronto trague saliva, amigo, engañe al estómago y a la ansiedad con este sorbito de caña que también le va a menguar el frío y no baje los brazos que hay que seguir empujando el carro”, dijo Rufino en un rapto de iluminación y sentido común al que ya me tenía mal acostumbrado.

Me senté a su lado en silencio y el perro de ojos verdes, que estaba del otro lado, me miró como diciendo “te entiendo... pero mejor quedate callado”.

Esta escena es de hace muchos años y también podría haber sido de ayer a la mañana

Ahora que lo pienso, la mayoría de las veces que me encontraba con el dúo dinámico, lo que primaba era el silencio. Casi siempre no decíamos nada y era ese silencio tan elocuente, tan liviano y cómodo para estar en compañía de ellos, que el único propósito que yo le encontraba era el de escucharme a mí mismo.

Considero que por eso, Rufino y su perro de ojos verdes, se quedaban callados y me obligaban a quedarme en el molde y tener que, de prepo, escuchar lo que mi esencia me estaba diciendo.

Muchas de las cosas que compartimos a lo largo de estos años estuvieron matizadas por los prolongados silencios y cuando había preguntas o razones que yo tiraba al aire para escuchar su opinión, no hubo una vez en que lo que respondiera no fuera algo de una inteligencia letal.

Los que leen habitualmente a OJOSDEPEZ saben bien quién es Rufino y su perro de ojos verdes (léase Fuego Gris) y saben como el destino los puso en el camino de mi vida.

Y saben que tengo tantas historias o frases del Viejo que podría, tranquilamente, escribir un libro solamente con eso.

Con El Viejo siempre fantaseábamos en que yo contaba su historia en formato de libro y nos llenábamos de plata y nos subíamos los tres al puente que divide a La República de Dorrego con el Principado de Godoy Cruz, con ése dinero, y lo tirábamos a la chiru y veíamos como llovía plata del cielo.

Cuando terminé de contarle esta locura, que él también avalaba, me dijo casi en confidencia: “Pelado, hoy estaría buenísimo que lloviera plata o lo que sea, pero que no sea agua porque conseguí unos cartones nuevos y me van a quedar empapados”.

Pensando que lo que llovía era plata y con esa plata podría pagarse varias noches en un confortable hotel le pregunté porque pensaba de manera tan pelotuda y me contestó que la plata iba y venía (por lo general, iba) y que algún día del hotel lo iban a echar, en cambio los cartones que había conseguido para cubrirse del frío nocturno debajo del puente, eran de él y nadie se los podía quitar, por eso los quería cuidar del agua, aunque sea unos días.

Recuerdo una vez en que El Viejo y El Perro llegaron mendigando hasta la esquina de Capriccio, un restaurant en el que yo estaba comiendo con una señorita, y para no incomodarme, calculo, hicieron como que no me vieron y pasaron por casi todas las mesas tratando de vender una brujulita que no marcaba el norte ni de casualidad, menos por la mía, mientras yo no le sacaba los ojos de encima para hacer contacto visual y saludarlos como correspondía, como los amigos que son.

De esa secuencia de incomodidad en la que ellos me evitaban para no hacerme quedar mal delante de la señorita que me estaba haciendo perder un tiempo y un dinero que no tenía sentido perder, fue que llegaron hasta la mesa de al lado de la mía y ofrecieron su mercancía a unos hombres que hacía rato que de lo único que hablaban era de la guita que habían ganado en tal o cual negocio y a la que involuntariamente yo estaba prestando atención por lo aburrida de mi charla con la mencionada señorita.

Yo conocía personalmente a uno de ellos, que había evitado saludarme pero esta vez era para no quedar mal él con sus amigos.

Cuando Rufino y su perro de ojos verdes le ofrecieron la brujulita (que no andaba ni para atrás ni para delante), este tipo que yo conocía y que estaba desbordado de dinero y haciendo alarde de ello en la cena con sus amigos, le estiró en la mesa, sin mirarlos, sin prestarles atención, un billete de cinco pesos.

Ante tanta indiferencia al saludo cordial y respetuoso que había tenido Rufino para con los ocupantes de la mesa y viendo, creo yo, con la soberbia con la cual el tipo le tiró el billete en la mesa, Rufino con la calidez y la ternura de una motosierra le dijo: “...déjese la brujulita y el billete, caballero, a usted le hacen más falta que a mí...”.

Debido a mi atronadora risa por la contestación y ante la mirada asesina que me ofrecieron casi todos lo que vieron la escena, no tuve más remedio que levantarme de mi mesa, dejar paga la cena y dejar inconclusa una charla imbécil con la señorita mencionada (si leés esto y te acordás, sabés que tengo razón) y nos fuimos con Rufino y su perro de ojos verdes por Barraquero para abajo. En el camino nos compramos un vino Toro y nos sentamos a tomarlo en la entrada de la cancha de Talleres.

Una tarde yo iba caminando, con las manos en los bolsillos por el frío, con el corazón caliente porque en los auriculares estaba cantando Spinetta y los ojos rojos de tanto cigarrillo, tanto vino y tanto insomnio, gentileza de alguna dama que no tuvo mejor idea que tirar mi corazón a los perros.

Doblé por Almirante Brown rumbo a mi McDonald’s de Maipú y San Martín, como podía haber doblado por la Quinta Avenida o por Corrientes yendo al paseo La Plaza y me encontré a Rufino y su perro de ojos verdes, revolviendo desperdicios, cerca de la esquina.

Los saludé a los dos y el viejo, sin mirarme, me preguntó que qué me andaba pasando.

O era muy evidente que algo me pasaba o Rufino andaba agudo con eso de los presentimientos.

Le conté, casi escuetamente, de que me habían dejado por enésima vez, de que tenía el corazón hecho bolsa, que llevaba varios días en que no dormía ni comía y que había salido a caminar para espantar, un poco, los fantasmas que me estaban acechando dentro del sucucho de Beltrán.

Y el viejo, sin mirarme, sin siquiera quitar la vista de los desperdicios que estaba hurgando, me dijo: “¡Pelado, querido, no se haga problema, hoy hasta la basura se separa!”

Y así, debo tener miles de anécdotas que me envuelven el corazón con el amianto de su sabiduría y son como un libro de autoayuda para los días en los que se incendia mi cosmos. El tipo era una luz, de esas luces que los que andamos extraviados y en bingo fuel, necesitamos como un borracho necesita el último bar abierto.

¡Uy!, dije ERA, conjugué el verbo en pasado por una cuestión de efemérides, él para mí siempre va ser un verbo que yo desmenuce en presente, perfecto y eterno. Algo que va a vivir para siempre en mí y a lo que, creo, no estoy a la altura.

Pienso en esto, con las manos en el bolsillo a causa de los primeros fríos del 2010, y con un caudal de lágrimas cayéndome por la cara que no me pienso limpiar.

Pienso y escribo esto, con el corazón con un agujerito nuevo, horas después de que el Gran Viejo Rufino nos dejara de cuerpo y no de alma y sepamos que el día de mañana no va a ser día.

Tuvo la cortesía y la brillantez de morirse un domingo...jamás hubiera estado en su ánimo cagarte un día de la semana que pintaba radiante.

Qué día de mierda, ¿no?, le digo al perro de ojos verdes, un instante antes de que él me mire fijo, se despida de mí bajando los ojos verdes más tristes que vi en mi vida y cruce la calle para irse a llorar la ausencia permanente de su Quijote hasta que le toque a él y yo empine un traguito de la petaca de whisky en su memoria, prenda un Philip Morris y despida en silencio, en nuestro consabido y premeditado silencio, a un amigo del alma.


a Rufino Marcial Echenique
(q.e.p.d...y que esté sonriendo, maestro)

13 comentarios:

Unknown dijo...

Pela, Hermano
No hay demasiadas palabras inteligentes que decir. No encuentro muchos dichos no antes dichos, que repetir. Solamente, y sabiendo la sangre y la piel que los unía, se me antoja decirte ¡Aguanten los Amigos que Nunca se Marchan! Brindá por eso...

Anónimo dijo...

me gustaria estar cerca tuyo en este momento.. y todos los otrosa tb, te dejo un abrazo interminable al menos virtualmente.H

Anónimo dijo...

es dulce y amarga tu historia...pero creo que mas que nada es afortunada. No todos conocen a gente tan sabia, ni muchos tienen la sabiduria para aprovecharlo. Da las gracias, te quedó un montón de su amistad...tanto como para escribir un libro segun contas.

MARIANA dijo...

Corazón, se que este momento no lo querías pasar y que tus presentimientos ya son como los de Rufino. Me duele porque te duele y porque a travez de OJOSDEPEZ el viejo se hizo querer. Eso te lo debe a vos. Alguien se tiene que quedar aqui para contar lo que está pasando y parece que ese sos vos. Mi amor siempre estára con vos, lo sabés.

lapibadelmacdonals dijo...

Dios mio, que manera de despedirte. No hay palabras para tanta belleza literaria y tanto dolor. Desde acá mi amor para vos y el recuerdo eterno para ese viejo que tanta sabiduría te trasladó.

Anónimo dijo...

la puta madre que lo parió. te acordás cuando me llevaste debajo del puente y me dijiste: cerrá los ojos, lo que vas a conocer es PURA LUZ. Yo creo que esa luz ahora sos vos y que es un honor considerarte un amigo porque ya sé lo que sos con tus amigos. mis condolensias, todavía no abro los ojos de tanta luz.

Anónimo dijo...

no soy un amigo tuyo, soy un simple lector de ojosdepez los lunes. Creo en todos tus personajes, reales o de ficción. y no puedo mas que acompañarte en la tristeza en este lunes que no es como los demás. C.T

Anónimo dijo...

Mi amor ya te dije todo antes de leer semejante despedida. Ya sabes que tu dolor es mi dolor y que tu alegría es mi alegría. sería buenísimo que me dejes aguantarla con vos. Sabes que estoy. E.P

Anónimo dijo...

mas alla del dolor obvio y el cual acompaño, no puedo dejar de leer y lo que leo aunque sea triste es de una belleza suprema. parece que el tipo se lo merecia y nosostros que te leemos tambien. Felicitaciones
LUIS

LAPIBADELBLOCKBUSTER dijo...

te vi en un bar y estabas tan contento que no me dio para ir a darte un beso y ahora leo esto y no dejo de pensar en lo triste que estaras y que no puedo hacer nada salbo encontrate en otro bar y jugarme a darte un beso

SYLVY... dijo...

Rufino se ha ganado el descanso eterno,cosa a la que no todos pueden llegar.La vida lo castigo de una manera espantosa porque perdio todo,cuando contaste su historia me parecio muy injusto lo que a el le paso y llore y ahora tambien estoy llorando,pero me consuela saber que este invierno no va a tener frio,mucho menos sentira hambre y quizas ya esta de nuevo con sus dos amores:su mujer y su hija.

Anónimo dijo...

LO BUENO DEL ARTE,ES QUE NOS PERMITE REGALAR PAÑOS DE NUESTRA ALMA,ENTREGARLOS CON SENCILLEZ Y CLARIDAD ,A QUIENES NOS MARCAN CON FUEGO SU HUELLA.TUS PALABRAS DEJAN BIEN SABIDO,QUE EL ABRAZO DE UN AMIGO,VA MAS ALLÁ,DE ESTE LIMITADO MUNDO MATERIAL.TE DEJO SU SABIDURIA,POR ESO HOY...ÉL,EXISTE Y VIVE A TRAVES DE VOS;CON MENOS FRIO Y MENOS PREJUICIOS VANALES CON LOS QUE LIDIAR.TAL VEZ,FUE TU MANO ,LA QUE LO AYUDO A PASAR MAS LIVIANO...
ALIVIA TU DOLOR,PENSANDO LO BUENO QUE TE DEJO,Y QUE ÉL HOY ESTA LIBRE DE MOCHILAS.BESOS,Y FUERZA...DESPUES DE LA TORMENTASIEMPRE SALE EL SOL.
ANAHI

Anónimo dijo...

Negro querido!!! Qué más puedo agregar que no sienta el resto??? Leer estas anécdotas que ya escuché de tu boca, saber lo que significó Rufino y tu sabiduría para compartir con el Viejo tus propias miserias, me llena de emoción porque seguirá presente en vos para siempre!! Él ya está con quienes perdió, vos has ganado todo lo que él dejó aquí. Este DÍA DE MIERDA es una de tus mejores creaciones. Felicitaciones una vez más y mis aplausos por tener ese DON que te permite compartir con nosotros tu dolor y tu recuerdo. Te acompaño en el silencio y como quieras. Felicitaciones a mi primo por elegir ESTE GRANDIOSO TEMA Y LETRA para semejante sentimiento.
GRANDIOSO, APLAUSOS Y MÁS APLAUSOS porque los admiro con mi corazón!!
Adelante hermano, que para allá vamos todos... ;-)
TQM
P.P.P.