EL PAÍS DEL NUNCA JAMÁS

PALABRAS:
EL PAÍS DEL NUNCA JAMÁS - Cristian Lagiglia

MÙSICA:

KEEP ON ROCKING IN A FREE WORLD
(NEIL YOUNG) - Versión acústica 2009 (Hernán Pesce)

EL PAÍS DEL NUNCA JAMÁS


La respiración le salía entrecortada, ni eso le salía bien.

El foco del almacén le daba justo en los ojos como las lámparas de los interrogatorios en épocas de Elliot Ness.

Entrecerró los ojos y a la mente se le vinieron una avalancha de imágenes, de frases, de ojos escrutadores, de juicios orales de personas que, quizás, tienen una visión parcial de los hechos, pero lo mismo opinan.

Un puño le oprimía la boca del estómago, era de hambre y de angustia y también, de decisión.

Tenía los pies clavados en el suelo de un país muy generoso, el país de la avenida más ancha del mundo, el del dulce de leche, el país de los cuatro climas, el país donde nació el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos y donde se inventó el by-pass.

El país de la argentinidad al palo.

También es el país de millones de desclasados, de tipos que no tienen laburo y fluctúan entre las sombras siniestras del sistema como espectros que ya han perdido el alma empujando un carrito cartonero.

La Argentina donde sobran sesenta millones de pesos para que los que tienen televisor puedan ver fútbol gratis, pero donde no hay un cobre para los chicos que se mueren de hambre en la Puna jujeña ni para los pibes que se meten paco hasta por los ojos a la hora de la merienda.

El país de donde salieron miles de personas a encontrar, a veces más rápido, a veces más lento, un futuro ventajoso que los esperaba con las gambas abiertas, apenas el avión que los amontonaba en su interior, levantó su nariz saliendo de Ezeiza, yéndose a otro país.

Es el bendito país donde desde chiquito aprendés a fumar bajo el agua, porque el agua nos tapa incesablemente, donde inventar es materia de escuela primaria porque se aprende a inventar como llegar a fin de mes, a inventar como cagar al prójimo, a inventar alguna excusa conveniente para engañar al hambre del alma, al frío de la conciencia y a la indiferencia del corazón.

Un país que escupe Marcelos en cada esquina.

Y Marcelo miró ese suelo un instante y recordó los pañales para la beba y la leche y los remedios que tan caros están en la farmacia y con los cuales le daba ardua batalla a su porfiado asma.

Y también recordó un pedazo de pan para la panza de La Negra, que lo esperaba todas las noches en el interior de la villa, rogando, ya no que volviera con la noticia de que había pegado un laburo, más bien, con la desesperación de que volviera con vida.

Marcelo se persignó para el culo, ya ni se acordaba de eso que le había dicho su viejita, que en paz descansa, de que Dios es argentino y siempre estaba velando por la vida de sus hijos.

Marcelo hizo entrar en sus pulmones aire helado y dio el paso del cual ya no iba a haber marcha atrás, y entró al almacén.

-¡Arriba las manos, dame la guita, carajo!

Marcelo empezó a vivir en el país donde si no te dan una oportunidad, tenés que salir a la calle, de noche y con frío, a buscarla.

4 comentarios:

pau dijo...

que bueno esta pela.... vos escribis de una manera muy formal, mis putedas diarias jajajaja

Anónimo dijo...

¿Quiénes son tus personajes? Ellos o vos, o en ese orden han hecho un oscuro testigo del mundo y una linterna alumbrando rincones que nadie ve. Felicitaciones stage manager LVS. JUANOVACA

ELNEGRO dijo...

a partir de este momento me puedo retirar con estilo a silencio eterno...a quien yo considero la mayor pluma latiendo del mundo acaba de leerme...lo demás ya es gratis...

Mariano R dijo...

Clap clap clap, nada mas que aplausos, segui escribiendo pela que como siempre esta exelente!