SALVA

PALABRAS:
SALVA - Cristian Lagiglia

MÙSICA:

SLOOP JOHN B. (I Wanna go home)
(Beach Boys)
Hernán Pesce - Versión acústica2009



SALVA

Estamos a un toque de que se nos hagan las 12 de Noche Buena y de encontrar, a través del choque de dos copas, los ojos de las personas que todo el año pululan a nuestro alrededor y que por solo este instante, y quizás solo por esta vez en el año, nos animemos a mirar fijo aunque sea tres fuckin’ segundos.

A este momento, ineludiblemente, creo, vamos a llegar todos.

Pero sin duda llegaremos por distintos caminos, esos senderos que el Papá del que va nacer, eternamente, dentro de unas horas, se empeñó en tejer con envidiable paciencia.

Y nos encontramos con un tipo que no paró un segundo de laburar en todo el año porque el objetivo era ser el más capo de la sucursal, y al final lo logró, a costa de ni siquiera haber visto la carátula con el dibujito de algo parecido a Messi del cuaderno de matemáticas del hijo, pero con la guita justa para poder comprar la Play II para ponerla, henchido de orgullo, en el arbolito.

También está ella, que empezó el gimnasio por décima vez en el año con la ilusión de ponerse el vestido blanco que compró en el shopping y no parecerse a una heladera Whirpool tres fríos y le alcanza simplemente con que su concuñada, después de morderse tres veces la lengua, le diga...”que flaca que estás”...

Y está el viejo esperando en la silla de siempre, con la puerta abierta de par en par, viendo entrar a las mismas personas que vinieron el año pasado, un poco más locos, un poco más cansados y mirando como corren para preparar la ensalada rusa, trozar el pollo y poner la mesa, que hoy tiene un lugar vacío porque el nieto más chico se hizo el loco y se fue a festejar la Navidad al Machu Pichu con la novia y cerrará los ojos, prenderá un cigarrillo a escondidas y lo extrañará con locura, y lo envidiará, sanamente y en silencio, por el viaje, por la aventura y sobre todo, por la edad.

Entre la muchedumbre aparece el nene, que ya tiene cinco años, y relojea el arbolito cada dos minutos, para ver si puede enganchar a Papá Noel en el momento justo poniendo los regalos, aunque algo sospecha desde el día que se le cayó un diente y su mamá salió sigilosa de su cuarto y a los pocos instantes metió la mano debajo de la almohada y encontró cinco pesos para ir a gastar al kiosco de la esquina.

Después de la cena sale, en la vereda de enfrente, el vecino de siempre, que cobró el aguinaldo por adelantado y se lo reventó en pirotecnia por tres simples razones: atormentarnos los oídos toda la noche, parecer copado para sus hijos por primera vez en el año y fundamentalmente, porque cuando era pibe su viejo le compró estrellitas hasta los catorce años, por el peligro, ¿vió?

En un rincón está el bendito arbolito, que junto con el perro son los más sufridos de la fiesta, uno por los estruendos y el otro porque en una noche tiene que demostrar, en un solo acto, todo lo que ensayó guardado en una caja en el fondo de la casa durante todo el año.

Y lo vemos cada vez menos verde y la maldita estrella de la punta que jamás queda derecha y, con los años que tiene encima, las bolitas cada vez le pesan más.

Y llega a la casita de los viejos el tipo que este año perdió todo.

Perdió guita en laburos de mierda, un sucucho en la calle Beltrán que era todo su mundo y que tenía un ventanal que apuntaba hacia la libertad, el Apertura porque es gallina a muerte y el Tomba no ganó ni en los entrenamientos, el apetito, los sueños, a Teresita, su plantita fiel de mucho tiempo, porque pasó a mejor vida y el amor que tanto tiempo le llevó encontrar (esto, dicen, todavía está por verse).

Lo único que no perdió fue el espejo del baño y una mañana, después de quinientas noches, se miró en él y se acomodó la corbata lo mejor que pudo y se arregló el traje que más casamientos encima tenía y salió a la calle a torcer las agujas del destino.

Y el destino era convencerse a si mismo de que todavía le queda hilo en el carretel y como le quedaba un ancho en la manga, decidió jugarlo, pleno, en el paño verde de la esperanza.

Y ganó, de repente, dos estrellas (ésas que a veces regala la vida) que le dieron asilo y amor y comiditas que alimentan el alma, y ganó un libro rojo que de a poco le devolvió la fe, y se ganó, aunque hace mucho que es padre, el derecho y la emoción de seguir sintiéndose hijo y se ganó la catarsis rabiosa de su hermano que le volvieron a hacer poner los patitos en fila y se ganó una aleta entrañable al otro lado del océano que supo ponerle música a cada una de sus palabras escritas, más con huevo y corazón que con estilo.

Y se ganó sentir, a su lado, la respiración dormida de su hijo y darse cuenta para qué sorcho se vino a la vida.

Y por sobre todas la cosas, se ganó a si mismo, a su tristeza, a su soledad, a su hambre, a la insana costumbre de perder y así se ganó, nada más y nada menos, que un día más.

Ya vemos, cada uno llega a esta noche como puede y llenará su copa de deseos por cumplir, de felicidad por pelear, de amor por gozar y de batallas por ganar.

Yo, en un rincón y después de los petardos, brindaré por saberlos a cada uno de ustedes ahí, frente a un monitor y agradeceré por habernos hecho un lugarcito en su corazón, y brindaré por los comentarios y por cada uno de los mensajes que nos hicieron llegar cada vez que se dejaron llevar por el viaje de OJOSDEPEZ.

GRACIAS Y ¡FELIZ NAVIDAD!


SALVA

Salva una lágrima si querés,
salva ver todo al revés.
Salva presentir y extrañar,
salva también la soledad.

Salva perder para siempre la fe,
salva volver a creer.
Salva mirar lo que amás,
salvan la mentira y la verdad.

Salva entender que vos podés,
salva ganar y también perder.
Salva la luna y salva el sol,
salva aprender quien sos vos.

Salva quien te viene a buscar,
salva un espejo atravesar.
Salva verte crecer,
salva sentir que hoy puede llover.

Salva un beso y un temblor,
salva este vaso que se volcó.
Salva sanar y también sangrar,
salva nunca parar de imaginar.

Salva tocar fondo de una vez,
salva saber que la suerte puede volver.
Salva abrir el corazón de par en par,
salva saber cuando callar.

Salva salir a encontrarte,
salva quedarse a esperarte.
Salva reírse de todo y también llorar,
salva irse y regresar.

Salva soñar estando despierto,
salva dormirse entre mil sueños.
Salva que nada te sobre,
salva que todavía todo te asombre.

Salva un buen vino caliente,
salva sentir que lo que tocás te siente.
Salva girar en el mismo lugar,
salva viajar y nunca llegar.

Salva dejar pasar las cosas,
salva estar abierto a la llegada de otras.
Salva el nudo en la garganta,
salva quien escribe y salva quien canta.

Salva un abrazo justo a tiempo,
salva respirar y exhalar muy lento.
Salva el mirar a los ojos,
salva sacudirse, de una vez, los escombros.

Salva besar con palabras,
salvan este caos y esa calma.
Salva un cuento bien contado,
salva dar lo que te han dado.

Salva charlar hasta que salga el sol.
Nos salvamos entre todos,
te salvo yo y me salvás vos.

a ustedes... los que leen y escuchan.-

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Pelado sos un genio, te quiero mucho y deseo siempre lo mejor para vos.
Gracias totales maestro.
Daniela

LANENA dijo...

puedo hacerme un cuadrito con el poema??? ya lo hice y lo llevé a la oficina...gracias por el mensaje, ojala algún día te conozca. Feliz Navidad

abril dijo...

Esta navidad ya arrancó de otra maneera, gracias por la historia, hace tres meses que te leo y no esperaba menos. Me puedo casar con vos????, si me decís que no me caso con el cantante,jajajja. Feliz Navidad.

Anónimo dijo...

Critian, te sales.. podrias avisar "El contenido de este texto puede herir su sensibilidad, abstenerse llorones.." jejeje
En estas fechas (por no decir siempre) hay alguien muy especial al que se extraña, por mucho que duela hay que ser fuertes y disfrutar de quien esta a tu lado por si la proxima vez lo tienes que extrañar..
Mucha SUERTE para este año que comienza, que seas muy feliz y mil GRACIAS a los dos por este lugar donde uno se olvida o se acerca a la realidad.
Noe.

Mariano dijo...

Expectacular, zarpado de emociones y recuerdos, como siempre te pasas Cristian, feliz navidad tambien y aver si el año que viene nos juntamos con Guille y nos tomamos un porron!!!!!!!

mica dijo...

Yo soy una de las miles que leen y escuchan y tengo que agradecer que alguien que escribe piense en mi y en todos nosotros. Es como dice el poema "nos salvamos entre todos, te salvo yo y me salvas vos. GRacias infinitas por este espacio de cultura.